viernes, 4 de julio de 2014

Peronismo

El Peronismo fue un movimiento social de masas argentino creado alrededor de la figura de Juan Domingo Perón, quien fue presidente de la nación Argentina en 3 ocasiones, divididos en dos períodos. Fueron desde el 4 de Junio de 1946 hasta el 21 de Septiembre de 1955, derrocado por un golpe militar, y desde el 12 de Octubre de 1973 hasta el 1 de Julio de 1974, fecha de muerte de Perón.
El Peronismo, desde el punto de vista político, se organizo en el Partido Peronista, el cual fue posteriormente llamado Partido Justicialista.
El origen del Peronismo se remonta hasta 1943, durante la dictadura militar de Rawson. En ese entonces, Perón formaba parte del Grupo de Oficiales Unidos, un grupo anticomunista que se oponía a la participación de Argentina en la Segunda Guerra Mundial, y era el secretario de Ministerio de Guerra, donde se imprimía la propaganda del GOU. Perón comenzó a ganar poder político con el mandato de Farrell, pero sus acciones comenzaron a generar resistencia y tuvo un enfrentamiento con el general Ávalos, lo que desembocó en la renuncia a sus cargos. Opuestos a la postura de Perón, las Fuerza Armadas lo encarcelaron en la Isla Martín García, y luego en el Hospital Militar.

El 17 de Octubre de 1945, hoy conocido como el Día de la Lealtad Peronista, ocurrió una gran manifestación de la clase obrera impulsada por algunos dirigentes gremiales, pidiendo la liberación de Perón. Ante esto, Farrell lo liberó y designó un nuevo gabinete con figuras que respondían a él.











El Peronismo asume el poder el 4 de Junio de 1946, con el 52% de los votos a su favor. En lo interno, disuelve al Partido Laborista y lo integra en el nuevo Partido Peronista.  Por otra parte se procedió a la remoción vía juicio político de los miembros de la Corte Suprema de Justicia. Los partidos políticos opositores estuvieron involucrados en acciones terroristas y conspiraron con los militares para organizar varios golpes de estado. 
El Peronismo puso en marcha los planes quinquenales, un procedimiento económico de planificación estatal argentino. El plan planteaba la necesidad de prever y codificar en un solo cuerpo el conjunto de medidas que afectaban la exportación y la importación ajustado a las realidades de ese momento. Esto diversificaba la industria formando nuevas zonas productivas, reemplazándolas adecuadamente en función de las fuentes de energía naturales, las vías de comunicaciones, los medios de transporte y los mercados de consumidores. Se estableció un programa mínimo de cinco años de obras y de inversiones necesarias para asegurar un suministro adecuados de materias primas, combustibles y equipos mecánicos, desarrollar racionalmente la industria y la agricultura del país.
Se profundizó la política de sustitución de importaciones mediante el desarrollo de la industria ligera y se invirtió también en la siembra de trigo. También se procuró una mayor justicia social, a partir de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y alentar el desarrollo industrial reclamado por los empresarios. La política económica procuró una redistribución de la riqueza, ya que elevó el poder adquisitivo de los trabajadores, aumentando el nivel de empleo y los salarios. Pero las necesarias importaciones de combustibles, acero, maquinarias y demás repuestos que el país, en ese momento, carecía, produjo inflación y una reducción de empleos. Para romper el esquema, en 1952, el gobierno decidió llevar a cabo un segundo plan Quinquenal, el cual tuvo vigencia entre 1953 y 1957. Este, planteaba básicamente como objetivo fundamental, asegurar el desarrollo de la economía social por medio de actividades que ayuden a gestar la independencia económica del país.











La llegada del peronismo al gobierno significó el advenimiento de nuevos sectores sociales a la escena política. Las masas obreras se incorporaron plenamente a la vida política. Durante el primer gobierno de Perón se produjo un cambio histórico en lo que respecta al reconocimiento de los derechos de la mujer. Las mujeres pudieron participar por primera vez en la política nacional, cuando en 1947 se consagró el derecho al voto femenino. Esta medida, impulsada principalmente por Eva Perón, fue la culminación de una larga lucha que habían iniciado los socialistas a principios de siglo.
Para las elecciones presidenciales de 1952, la Iglesia emitió un documento en el cual expresaba que ningún católico podía votar por un partido que auspiciara el laicismo escolar, lo cual excluía a la Unión Cívica Radical que se oponía a la enseñanza de religión en las escuelas públicas que había confirmado el peronismo.
El 16 de septiembre de 1955, las Fuerzas Armadas lideraron un nuevo golpe de Estado autodenominado "Revolución Libertadora" y Perón partió al exilio. 

En noviembre de ese mismo año la nueva dictadura proscribió al peronismo. Esto significó, principalmente, la exclusión del Partido Peronista de futuras elecciones, la prohibición de nombrar públicamente a Perón y a Evita, y de exhibir símbolos peronistas. La proscripción del movimiento peronista y el exilio de su líder dejaron sin posibilidad de representación institucional y pública a la identidad política más extendida del país. Después del derrocamiento de Perón en 1955, los gobiernos que se sucedieron, tanto los impuestos por la fuerza como los surgidos de elecciones, carecieron de consenso y fueron considerados como ilegítimos por importantes sectores de la población, iniciando de esta forma un largo período de gobiernos semidemocráticos y militares que durarían hasta 1973. La proscripción del peronismo duró hasta 1972, exceptuando el período desarrollista. En 1973, en elecciones libres el peronismo, por amplia mayoría, volvió a ser gobierno por tercera vez desde su nacimiento en 1945. En 1976, un nuevo golpe de Estado interrumpió la democracia e instauró una dictadura militar.

Juan Domingo Perón murió el 1 de julio de 1974 debido a una enfermedad crónica, siendo sucedido en su mandato por su esposa María Estela Martínez de Perón. La lucha violenta y la falta de liderazgo fueron utilizadas como excusas por las Fuerzas Armadas, que derrocaron a la presidenta. La dictadura militar que siguió, conocida como Proceso de Reorganización Nacional, se sostuvo en la práctica del terrorismo de Estado. Todos los partidos estuvieron prohibidos, y la militancia justicialista fue duramente castigada por la represión. El justicialismo llegó nuevamente al poder en 2003, al acceder al gobierno nacional Néstor Kirchner, que siguió una política más identificable con las prácticas del primer gobierno de Perón


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